Una mirada retrospectiva

Hace ya 3 años y algo, una persona que no le vio la utilidad a los blogs cuando empezaron a aparecer, empezó el suyo propio. Si, 3 años van que llevo escribiendo aquí, aunque aquí no ha sido siempre el mismo sitio.

En tres años el blog estuvo en 3 sitios distintos, primero empecé con un servicio de blogging gratuito, y no fue ni blogger ni wordpress.com, sino blogspirit. Cuando empecé no tenía ni puñetera idea de blogs, así que fui a parar a un sitio no de los mejores, pero que hizo su función.

Como decía empecé en blogspirit pero, ¿por qué empecé un blog si no le veía utilidad? Eso era al principio, cuando nacieron los blogs. En principio los blogs los entendí como un diario online, es decir, una versión electrónica de un libro que solían tener las chicas y en las que cada pagina empezaba con «Querido diario:». Obviamente lo veía como una tontería, nunca hice un diario en papel, así que tampoco iba a hacer uno digital, pero con el tiempo vi que los blogs se podían usar para otras cosas, y lo que me llevó a empezar fue la necesidad de dar a conocer al mundo mis opiniones sobre ciertas cosas, así como anotaciones que creo útiles, no en vano tengo una buena cantidad de tutoriales escritos aquí en el blog.

Cuando empecé no sabía si eso iba a durar o no, fue un experimento, a ver lo que salía. Y fí­jate tu, 3 años y pico escribiendo aquí. Conforme pasaba el tiempo iba aprendiendo cosas, y llegó un punto en el que me vi limitado por blogspirit. Era hora de cambiar y de experimentar algo nuevo, de aprender nuevas cosas, pero no quería perder todo lo que había escrito, así que estuve un buen rato pensando la mejor solución, y llegue a la conclusión de que lo mejor sería instalar mi blog en un alojamiento web. Como esto seguía siendo un experimento, opté por un alojamiento gratuito, Awardspace, y lo siguiente fue escoger el sistema gestor de blogs que iba a usar. Un par de búsquedas me resolvieron la duda. WordPress era sin duda el mejor, el más extensible, el más usado y el más soportado.

Una vez instalado WordPress en Awardspace, me quedaba algo por hacer, importar todas las entradas que tenía en blogspirit, cosa que fue un trabajo arduo porque tuve que hacerlo todo a mano, ya que no había forma automática de pasarlo. En mi época con Awardspace fui aprendiendo cada vez más, pero no solo sobre blogs, sino sobre como hacer páginas web, como funciona un alojamiento, y muchas otras cosas que conlleva el tener que llevar el mantenimiento de toda una web, no sólo del contenido.

Y llego un día en el que mis ansias de conocimiento y experimentación se vieron otra vez limitadas, esta vez por las restricciones de un alojamiento gratuito, así que opté por un alojamiento de pago, que me salía bastante económico y en el cual tenía pensado hacer más webs, no solo el blog. Comenzaba así mi etapa en Dreamhost, donde este blog pasó a tener un dominio .net y desechando así el dominio gratuito .co.nr que venía usando hasta entonces, y aprovechando para sacarle algo de rentabilidad a esto poniendo publicidad no intrusiva. No es que quiera forrarme con el blog ni que sea el dinero lo que me motive a seguir escribiendo, simplemente que si puedo conseguir algún dinerillo extra con las visitas sin hacer mayor esfuerzo, ¿Por qué no hacerlo?

Esta es la etapa actual, donde estoy aprendiendo mucho más, de CSS, XHTML estandarizado, PHP, Javascript y muchas cosas más, además, como dije antes, con todo el espacio web que tengo tambien empecé a hacer otros experimentos y alojarlos en mi cuenta de Dreamhost, además de pararme a pensar en todas las cuentas que tengo en varios servicios de internet y que conforman todo lo que podríamos llamar mi perfil digital.

Teniendo espacio donde alojar las cosas, empecé a dejar de usar ciertos servicios gratuitos como por ejemplo flickr (donde tenía alojadas las imágenes del blog) o youtube, lo cual me permitía tener total control sobre todo el contenido que tenia en internet, a la par que me daba otras ventajas como la de evitar tener que iniciar sesión en varios sitios, tener menos cuentas de usuario y contraseñas que recordar, evitar que borrasen mi contenido los administradores de ciertos servicios (¿Que YouTube borra los vídeos? ¡A mi que me importa! Aqui los vídeos los sirvo y alojo yo, solo yo los borro), y otras tantas que ahora no soy capaz de recordar. El caso es que ahora mismo tiendo a reducir mis «cuentas de usuario» a las mínimas imprescindibles, y si hay un servicio web que ofrece algo que me interesa, pero yo puedo hacer lo mismo en mi espacio web, pues la respuesta es clara… «pa la saca». Es mejor tener todo centralizado y tener control total sobre todo lo que conforma tu perfil digital.

Visto el pasado y el presente, ¿Qué será del futuro? ¿Me veré limitado por mi actual alojamiento compartido? ¿Alquilaré un servidor dedicado? El tiempo lo dirá

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