¡Gracias, Cameron!

Hoy es día de Brexit. Con un 51,9% de votos a favor, Reino Unido ha votado abandonar la Unión Europea, con unas bajadas históricas en las bolsas y el precio de la libra. En dos horas, Reino Unido ha perdido el equivalente a 40 años de contribuciones a la Unión Europea. El caos y la incertidumbre reinan tanto en Europa como en Reino Unido pero, ¿Es esto una catástrofe tan grande como la pintan? Pues depende.

En mi opinión a corto plazo si es una catástrofe por la inestabilidad que genera en los mercados y las pérdidas millonarias, pero a largo plazo este suceso histórico va a beneficiar a toda la Unión Europea, Reino Unido incluido. ¿Por qué pienso esto? Pues porque no creo que al final UK vaya a salir de la UE.

Para entender este razonamiento, es necesario tener una perspectiva general de la situación, que incluye pasado, presente y futuro. Todo empieza con el referéndum de independencia de Escocia. Al final se votó que no se independizaban y uno de los grandes argumentos que influyó en el resultado es el hecho de que en caso de independizarse, dejarían de pertenecen a la UE, con todas las consecuencias negativas que eso tendría, así que ahora mismo la cara de los escoceses debe ser un poema. En sus cabezas deben estar diciendo «¿Pero como sois tan hijos de puta? ¿Nos convencéis de que no nos divorciemos para que no perdamos la pertenencia a la UE y ahora vais y decidís que os queréis pirar vosotros? Al final nos quedamos con lo peor, sin pertenencia a la UE y sin independencia». Ya tenemos a los Escoceses cabreados, primer punto importante.

Luego está es motivo que originó la decisión de celebrar el referéndum, que no es otro que una maniobra política de Cameron para ganar popularidad y apoyos. La oposición de extrema derecha, encabezada por Nigel Farage del UKIP, estaba ganando apoyos a la vez que Cameron los perdía. Viendo el panorama, Cameron decide convocar el referéndum para decidir si UK se va o no de la UE, convencido de que todavía tenía el apoyo suficiente como para que el «no» saliese victorioso, caso en el cual él mejoraría su situación política a la vez que debilitaba al UKIP. Pero se equivocó, ganó el «si» y su carrera política se fue al traste, teniendo que dimitir.

De principio, parece que el tiro le salió por la culata y que el UKIP salió beneficiado, pero si nos paramos a analizarlo, esto no es así. Tras las primeras horas después de conocerse el resultado y teniendo UK unas pérdidas económicas históricas, Nigel Farage es entrevistado en la televisión. Ante la pregunta de si todavía podía garantizar su promesa electoral de que UK ganaría 350 millones a la semana al no tener que enviarlos a la UE, Nigel Farage reconoce que no puede garantizarlo y que fue un error. Vamos, que reconoce que uno de los argumentos base de su campaña y uno de los principales impulsores del Brexit, era mentira. Ya tenemos también a una gran cantidad de votantes del «si» que están cabreados también porque los engañaron. Segundo punto importante

Si nos vamos a la distribución territorial de los votos, vemos que el «si» triunfó en  Inglaterra y Gales, mientras que Escocia, Irlanda del Norte y Gibraltar votaron que se querían quedar en la UE. De seguir adelante la decisión de abandonar la UE, Reino Unido (o mejor dicho Reino Dividido) tendría que enfrentarse a tres solicitudes de independencia, lo que dejaría a Inglaterra y Gales comiéndose ellos solos las consecuencias del Brexit, que no son sólo económicas, sino también políticas porque nadie sabe muy bien que camino seguirían tras escindirse, lo cual se traduce en inseguridad política. Tercer punto importante

Viendo los británicos como se les ponen los huevos de corbata tras las primeras consecuencias del Brexit y ante el marrón que se les viene encima, no sería nada extraño que empezase a haber manifestaciones masivas, no sólo de los que votaron «no» sino también de votantes del «si» arrepentidos, para solicitar un segundo referéndum, en el que claramente saldría ganadora la opción de seguir en la UE.

En caso de producirse el escenario arriba descrito, nos quedaríamos más o menos como estamos ahora, pero con unos cambios bastante importantes. El primero de ellos es que se le bajarían los humos a los británicos, y el segundo es que la extrema derecha sufriría un revés muy importante, no sólo en el Reino Unido, sino también en el resto de Europa. Tras haber visto la ostia que se pegaron los británicos y que la independencia y separación de la UE no es para nada tan bonita como la pintan sus promotores, muchos de los votantes ahora partidarios de la salida de UE cambiarían su voto, y que la extrema derecha, partidaria del odio y la división, pierda votos es una noticia más que buena

Puede que Cameron nunca me haya caído bien, pero si su suicidio político sirve para frustrar los planes de la extrema derecha no puedo decir otra cosa que no sea:

Gracias, Cameron

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